El ‘coronabar’ es un proyecto que pretende intuir el camino que seguirá la arquitectura en una cuestión crítica: ¿Existe una manera de pensar el espacio geométrica y funcionalmente que facilite la interacción humana de forma natural, protegiendo al mismo tiempo la salud de los ocupantes y evitando futuros contagios?

Lejos de elementos como mamparas plásticas, códigos QR y geles hidroalcohólicos, ¿Cómo se diseña un espacio en el que socializar, comer, beber y disfrutar de manera segura? 

Un momento de crisis puede suponer el germen de nuevas ideas.

El ‘coronabar’ es un ‘estudio de caso’ que pretende dar respuesta a estas cuestiones. 

A través de un diseño modulado en planta y segregado en sección, se generan barreras que dividen la sala sin interrumpir las conexiones que hacen de toda ella un único espacio. 

El juego de cotas del suelo acompañado de un techo equipado y con diferentes alturas, permite la ‘unión separada’ de los módulos de mesa. Éstos funcionan de manera autónoma, con su propia toma e impulsión de aire, generando burbujas ambientales independientes. Se plantea además la distribución de distintos puntos de agua para facilitar la higiene y evitar las aglomeraciones en un solo servicio.

‍

El funcionamiento en planta se diseña para optimizar la interacción entre clientes, staff, cocina y proveedores, minimizando cruces innecesarios.

Todo ello se materializa en un diseño minimalista, limpio y a la vez, cálido y natural; un diseño al servicio del confort de su ocupante.

Más información

TIPO DE ENCARGO: Privado

PROGRAMA: Restauración

UBICACIÓN: Madrid

FECHA: 2020

PROMOTOR: J.L.V.

SUPERFICIE: 630 m2

COLABORADORA: Lorna de Santos

IMÁGENES: Roberto Ráez Somerville-Webb

‍